miércoles, 21 de enero de 2015

ARTE COMO LENGUAJE

Por Inspiración Femenina




Hay momentos en los que una no entiende el porqué de las situaciones que van ocurriendo… Y se genera en nuestro interior una sensación de incoherencia, de incomprensión, falta de entendimiento…En definitiva sensaciones que nos dejan fuera… No sabemos ponerle palabras a lo que nos ocurre, o no encontramos aquellas que representen y reflejen 100% lo que sentimos.
Buscando una manera de expresión que no recorte las emociones que una experimenta he leído, identificándome así con imágenes que ciertas palabras producían en mí, que mostraban mundos…Leyendo también me he perdido en palabras que se quedaban cortas, que no conseguían reflejar la totalidad de lo que sentía, aquellas que parecían cortes sentimentales que desechaban lo que rebosaba del recipiente “palabra”.

Fui descubriendo que una imagen vale más que mil palabras. Dícese con imagen, versos, fotos, letras de canciones, poesía… esa manera de expresarse evocativa. Despertaban en mí sensaciones con las que me podía sentir identificada y conseguían crear en mí una sensación de ser parte de esa expresión, de integración. No reducían mis sensaciones a lo expresable por el formato lineal.
Isaia Johnson
Leía a una psicóloga que explicaba que al haber sido el lenguaje creado por el varón, éste buscaba responder a sus necesidades. Y está creado para abastecer y responder a los pensamientos, situaciones y sentimientos que pueda tener el varón. Sin embargo, al ser la mujer un universo diferente, este lenguaje no reflejaba las necesidades de ella. El varón expresa en general su vida exterior, la mujer su vida interior. Ninguna más importante que la otra, son dos perspectivas diferentes, pero pretender expresar esa vida interior con el lenguaje de la vida exterior es como combinar un vestido de gala con unas deportivas.
Explicaba que se encontraba con pacientes deprimidas, y que esta depresión la mayoría de las veces se debía a una falta de entendimiento de lo que les acaecía, porque las palabras no reflejaban, ni estaban hechas, para responder a los sentimientos, pensamientos y situaciones de ella. En definitiva, se quedaban sin recursos para comprenderse. Las palabras no eran suficientes para ponerle el punto a la ‘i’ a nuestras vivencias, a las vivencias de y en mujer.


Hay maneras de expresarse que reflejan vivencias y todo lo que éstas implican. Y estas expresiones son las que nos llegan al corazón. Las sentimos, aunque a veces luego no sepamos retransmitirlo con palabras. Pasa a formar parte de nosotros, ¿y qué mejor manera de expresar que sentir y ser esa expresión sin recortarla para adaptarla a un lenguaje, a unas palabras y conceptos restringidos?
Curiosamente hay una comunidad llamada Awlad Ali en Egipto que parece haber comprendido esto y utiliza dos discursos. Uno para las situaciones del entorno oficial, y otro para situaciones íntimas, privadas, fuera de las estrictas pautas del poder, honor…Ese otro discurso es la poesía “ghinnawa” y es lo que emplean de manera natural y habitual para comunicar y expresar emociones, sentimientos, sensaciones; lo íntimo.

Con esta reflexión queremos decir que a veces a través de una poesía, a través de una imagen, conseguimos expresarnos y sentir en su totalidad. A través de estos lenguajes paralelos no restringimos nuestra alma, ni la intentamos adaptar a un molde pequeño.
En esos momentos en que sentimos que las palabras se nos quedan cortas, acudir a los versos, a la poesía, a la fotografía, a los dibujos…A todas esas otras maneras de expresarse que evocan y provocan sensaciones que van más allá de y abarcan más que los conceptos fijos habitualmente empleados. Empleemos el arte como lenguaje, porque en él está y cabe todo; nuestra historia, nuestros sentires, nuestros pensares… No nos olvidemos del arte como lenguaje. Alguien decía "el arte es la expresión de alma que desea ser escuchada"

Quizás además, ahora que nos encontramos en el año del encuentro, del encontrarse…pueda ser una manera de encontrarse a uno mismo.

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