lunes, 29 de diciembre de 2014

LA DESCONFIANZA Y LA VIOLENCIA EN MÉXICO. ¡LAS MUJERES Y LOS NIÑOS SON LOS QUE MÁS LA SUFREN!

Por Vicky Vananda



Para la Medicina Tradicional China la desconfianza y la violencia son patologías del reino mutante de la madera. México se encuentra dentro del planeta en este reino mutante. Tristemente no se vive en la virtud que le corresponde. Ya no se ven los ojos inocentes, la sonrisa y la alegría por las calles como se podía ver y sentir hace unas décadas. Los rostros son de miedo, ira, frustración, sufrimiento, mucha confusión, la falta de confianza, la falta AMOR... 
México en náhuatl significa "ombligo de la luna". Hace referencia a "un centro y a lo femenino, a su origen mítico, divino".  También ha sido llamado "la región más transparente del aire". Sus virtudes en la actualidad se ven borrosas, casi en extinción. Las mujeres y los niños son las que más lo padecen en todos los estratos sociales, como también lo podemos apreciar en el resto del planeta.(1)

Diariamente vivimos entre hambres, fraudes, maltrato, violaciones, secuestros, chismes, castigos, amenazas, mentiras, engaños, y de ahí todos las patologías que surgen sobre todo en los niños y las mujeres: cáncer, asma, hipertensión, diabetes, enfermedades mentales, quistes de ovario, mastopatías fibroquísticas, litiasis biliar, litiasis renal, desórdenes del comportamiento, fracazo escolar, bulling, etc.

En México la desconfianza es habitual, es una forma de vivir. 
Al respecto comenta Fernando Amerlinck:  
Confundimos la desconfianza (un juicio infundado sobre la sinceridad ajena) con la cardinal virtud de la prudencia. Letal confusión: mala calidad de nuestra vida pública, ineficiencia gubernamental, corrupción, violencia; la desconfianza provoca remolinos de tiempo y energía perdidos inútilmente. Es monstruoso que en México el que es honrado, el que dice la verdad y cumple su palabra parezca ingenuo o tonto. La mentira institucionalizada, lo más destructivo de nuestra vida social, prohíja  nuestra generalizada desconfianza. 

Tal desconfianza y cortesía hipócrita tienen un correlato: la resignación cínica, el “ya ni modo”, “al fin que ni quería”, “te lo dije, no se puede”. Y el resentimiento: culpar a otros y combatirlos con toda violencia, desde el insulto hasta el asesinato. A nivel personal, de familia o país se ven las gravísimas secuelas en el actual ánimo de frustración y furia. 

En EEUU es un grave delito mentir. En México no sólo es indispensable ante leyes y prácticas diseñadas para morder sino que hasta está bien visto por una sociedad cínica, resignada y desconfiada.  (2)
Fernando Flores y Robert Solomon en sus libros "Building trust-Construyendo confianza, y About love- Sobre el Amor" comentan:
La confianza, proceso de construcción de toda buena interacción humana, abre posibilidades en todo ámbito social. Y como la libertad, la vida, la salud, el dinero o el amor, la confianza se aprecia mejor cuando no existe.
“Sin confianza, la comunidad se reduce a un grupo de esclavos salariales resentidos debajo de directores defensivos, cuando no codiciosos. La gente hace su chamba pero no empeña sus ideas, su entusiasmo o su alma. Sin confianza, la empresa no es una comunidad sino un brutal estado de naturaleza: una guerra de todos contra todos donde el empleo tiende a ser repugnante, brutal, y corto.” (3)
“México no puede ser relevante y ofrecernos una esperanza creíble hacia el futuro si sigue siendo ámbito de desorden y violencia; y el peor caldo para cultivar eso es ver a la desconfianza como virtud”. (2)
Y la mayoría sigue buscando el sueño americano que ha traído tanta contaminación y corrupción a este país. 

Y el mexicano sigue diciendo: "A todos diles que sí, pero no les digas cuando"...
¡Mexico lindo y querido, quedan recuerdos de tu sonrisa, tu amabilidad, tu solidaridad, tu encanto, tu magia... DES-CONFIANZA, DA CONFIANZA... DANOS UNA ESPERANZA... DA CONFIANZA. APUESTA POR LAS MUJERES, CREE QUE EN TU ÁNIMA COMO PAÍS ESTÁ LA HUELLA DE TU ORIGEN DIVINO, FEMENINO COMO CENTRO Y COMO POSIBILIDAD DE SALIR DE ESTE SUFRIMIENTO!

lunes, 22 de diciembre de 2014

ENCUENTRO, ENCONTRARSE. LEMA DEL AÑO 2015


Por Inspiración Femenina


El solsticio de invierno, cuando la noche se hace más larga, es el momento en el que comienza el año oracular: un ritmo anual oracular que ha sido creado en la Escuela Neijing, y que está marcado por el oráculo del I Ching. Así, cada año está –bajo nuestro punto de vista- en una sintonía especifica. Ayer, día 21 de Diciembre de 2014, culminaba el año del Consenso y daba comienzo el año del Encuentro, del Encontrarse.
Este lema tendrá una influencia sobre cada uno de nosotros, y sobre las circunstancias que nos rodean. Hoy queremos reflexionar sobre qué va a implicar ese Encuentro y ese Encontrarse en lo femenino.
Lo primero que nos inspira el aroma de este lema es ese ENCONTRARSE: la posibilidad de que lo femenino se pueda encontrar a sí mismo. Lo cual, es uno de los objetivos de nuestra labor desde que Inspiración Femenina comenzó su andadura. Quizá este año sea favorable para que se produzca ese encontrarse de lo femenino, ese darnos cuenta de quienes somos, de cómo somos, de cuales son nuestras vocaciones espirituales y emocionales, y, en consecuencia, empecemos a abandonar los viejos y estériles modelos de mujer que hemos estado vistiendo durante siglos.
Ese encontrarse de lo femenino quizá implique, también, un abandono progresivo de la masculinización, pues ésta ha supuesto –y supone- un desencuentro permanente con la naturaleza de lo que somos.
Sin duda, cuando un ser se encuentra consigo mismo y se identifica, puede empezar a darse el encuentro con los otros. Esa es la segunda inspiración que nos sugiere este lema: EL ENCUENTRO. Quizá este año no sólo sea el momento propicio para que nos encontremos con nosotras mismas, sino para que se produzca el encuentro con el masculino. Después de años y de siglos de guerra de sexos y de desencuentro de géneros, parece que el Universo se dispusiera y nos brindara las condiciones propicias para el encuentro. Y no podríamos esperar menos, después del año del Consenso. Quizá el año del Consenso ha sido el preámbulo necesario para que el Encuentro pueda producirse.
Creemos, desde la Inspiración Femenina, que el encuentro entre lo masculino y lo femenino implica grandes dosis de respeto. En vez de gastar energía en tratar de entendernos, usémosla en respetarnos. Quizá ése sea el mejor medio para encontrarnos.
El hecho de que las condiciones celestes sean las favorables, no significa que vaya a ser fácil, sino que es el momento adecuado. Para que se dé ese encuentro y ese encontrarse hace falta una evolución, un salto, y, sobre todo… una búsqueda. Recuerden que para encontrar algo… primero hay que buscarlo.

Así pues, abracemos este año con el entusiasmo y las ganas de quien busca, y con la fe de quien sabe que… a fin de cuentas, no somos nosotros los que encontramos, sino que nos encontrarán.

domingo, 21 de diciembre de 2014

¿HABLAMOS DE LA VIDA?

Por Inspiración Femenina 



Estamos en un marco político ajeno a la naturaleza humana, de eso no nos puede quedar la mínima duda. La vida y sus eventos han quedado matizados irremediablemente por una intención de poder.
             En este año en transcurso, aquí en España, se ha desatado una interesante controversia que nos insta cuanto menos a reflexionar sobre lo que queremos como especie, y como individuos.
             Seguramente todos sabrán que, como en la mayoría de los países occidentales, existe una ley del aborto. Una ley que para los grupos políticos es un arma de uso para alcanzar un determinado número de votos. Esa ley fue ampliándose y debatiéndose a lo largo de los últimos años, hasta alcanzar una flexibilidad y amplitud nunca antes vista, con el partido socialista obrero español.
             El último logro de esa ley es la de que las niñas embarazadas, de 16-17 años pueden optar por el aborto sin que precisen el consentimiento de sus progenitores.
             El PP, partido gobernante en estos tiempos, de ideología dicen que de derechas, no era partidario, en su momento, de que existiera la ley del aborto. Pero ahora que gobiernan, y quieren cumplir con su programa electoral, rectificando esa ley, parece que no todos los afiliados al partido están de acuerdo con ello.
            En su momento, la crisis abierta por este tema le costó el cargo y la continuación en la política a un personaje con gran trayectoria en el PP…y parece que no está muy claro que se vaya a eliminar esta ley del aborto.
            Para acallar el malestar de quienes son partidarios de eliminarla, el partido en el gobierno propone una modificación de esa última parte, en la que las niñas no tienen que solicitar el consentimiento de sus progenitores, por la de que sí tengan que obtenerlo.
            Este es un tema de mucha sensibilidad en la sociedad, la mayoría de las personas tienen un criterio al respecto…Los conservadores en contra de la ley…los progresistas a favor…y ésta es la historia que parece repetirse para mantener una perpetua guerra entre tradición y modernidad, a costa de que a nadie le interese la auténtica realidad que se esconde detrás de , en este caso, un aborto.
            Mientras el debate se centre en si estamos a favor o en contra de que se legalice el aborto, perderemos de vista, desde nuestro criterio, el verdadero asunto.
            Se han preguntado ¿por qué abortan las mujeres?... Fíjense, las mujeres abortan a pesar de que el aborto en sí es un grave problema de salud física y sobretodo emocional ¿por qué?
           Es bastante probable que parte de esa causalidad del aborto esté en la certeza de que la sociedad machista y poderosa en la que estamos ha creado unas condiciones, para la mujer, todavía más indeseables si cabe, en el caso de que vaya adelante con el embarazo, que si opta por el aborto.
            Entonces…¿no sería mejor gastar energía y recursos en crear unas condiciones sociales favorables para las mujeres en caso de quedar embarazadas?.
            Vamos a visionar una nueva realidad respecto de la vida. Imaginemos un mundo donde el machismo no sea el rector de las normas y leyes de conducta humana. Imaginemos un mundo donde los seres humanos presten apoyo a la vida en toda su expresión.
Si estuviésemos en un pensamiento humano en el que se apoyase a la mujer por ser trasmisora directa de la vida. En el momento del embarazo tendría los apoyos y recursos necesarios para mantenerse a ella y a su bebé, así como continuar su desarrollo personal. Planteémonos un objetivo irrenunciable que pasa por un mundo donde el maltrato y el sometimiento no son, bajo ningún concepto, admisibles.
Si el mundo en el que estuviésemos diera un valor enorme a la mujer y al embarazo, estamos seguras de que prácticamente ninguna mujer abortaría.
Definitivamente, las mujeres abortan porque ese embarazo supone para ellas un perjuicio y una desventaja con respecto al varón y a la sociedad. Ya sea por el abandono a la que se la condena o por el sometimiento a unas condiciones de vida de inferioridad con respecto a la media social.

Nuestra propuesta es que se dediquen los esfuerzos políticos, y económicos a crear un mundo donde ser mujer sea un honor y una realidad segura y agradable, y donde se proteja y se potencie esa transmisión de la vida en unas condiciones inmejorables. Así no tendríamos que gastar tanta energía inútil en valorar si es bueno o no, que se pueda abortar legalmente.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

CALIDAD DE AMOR


Por Inspiración Femenina


Desde el punto de vista femenino, pensamos que, en general, valoramos la calidad del amor más que el varón, aunque evidentemente, a el también le importa.
¿Y qué queremos decir cuando hablamos de ‘calidad del amor’?
Probablemente no podemos dar una definición, porque para cada uno la calidad en el amor va a ser diferente. Pero podemos dar algunas características que nos aproximen a este concepto.
Tenemos que decir que probablemente la información que demos hoy estará sesgada, porque hablamos fundamentalmente desde el punto de vista femenino. Es decir: ¿qué sentimos las mujeres que es ‘amor de calidad’?
Ese amor de calidad que podríamos resumir con la frase: ‘mi felicidad es tu felicidad’… ese amor que nos permite ver la parte virtuosa del otro y relacionarnos con él/ella con nuestra propia virtud. Ese amor que hace que seamos –o tratemos de ser- cada vez mejores, por nosotros mismos y por los demás.
-Como primera característica, podríamos decir que es un amor que no nos esclaviza sino que nos libera. El amor que hace que deje de ser yo, que tenga que asumir un papel que no se corresponde conmigo, que tenga que renunciar a sueños, proyectos, amistades, desarrollo, formación, etc… no es de calidad.
En este sentido, sabemos que el amor es de calidad cuando trata de potenciar nuestro desarrollo, nuestra evolución. Cuando fomenta que estudiemos, que nos formemos (si es lo que deseamos hacer, claro), aunque para ello tenga que renunciar a algún tiempo de ocio propio.
-Imprescindible: sentir que nos respeta (y respetarlo). Sin este ingrediente, el amor acabará no siendo de ‘calidad’.
-Otra característica que pensamos debe adornar a este amor es la complicidad. Evidentemente ésta conlleva sinceridad, aceptación, saber que va a entender lo que le decimos o al menos lo va a apoyar. Poder disfrutar juntos de cosas pequeñas o grandes. Poder reírnos de tonterías y también de nosotros mismos.
-El poder contar con la pareja, saber que está ahí cuando le necesitamos, sentir la seguridad de su amor en una mirada o un pequeño gesto. Saber que se alegra con nuestros triunfos y que cuando estamos tristes, tratará de acompañar y aminorar nuestra pena.
-También es importante no perder de vista el objetivo de nuestra relación, o el motivo por el que estamos juntos; y no dejarnos llevar por contratiempos cotidianos o por asuntillos convivenciales que pueden –todos lo sabemos- estropear mucho una relación.
En este punto, es muy importante ser conscientes de todo lo bueno que nos está aportando y no quedarnos enfijados en el pequeño conflicto. Si quedamos en el conflicto, probablemente no seamos capaces de solucionarlo. Si tenemos en cuenta todo lo demás, la solución vendrá sola.
-Todos los aspectos que podemos leer en revistas, artículos etc… sobre qué es lo que enamora a una mujer, también cuentan, por supuesto. Los queremos fuertes pero sensibles y tiernos; los queremos detallistas; queremos que nos hagan reír; queremos que se acuerden del cumpleaños, del aniversario… queremos que sean buenos padres; queremos que compartan las tareas; que nos den sorpresas, que piensen en nosotras; que nos susurren un poema o nos canten una canción.
-Por último, pero no menos importante, queremos que sea un buen amante. Que nuestra vida sexual sea intensa, sana, estimulante, apasionada. Que sea respetuoso con nuestros ciclos, que no nos imponga la relación cuando él quiera sino que se adapte a cuando nosotras queramos….
Estamos seguras de que nuestros lectores añadirán las características que su originalidad en la expresión del amor le sugieran.
¿Nos parece muy idealizado? ¿Quizás no existe ese varón?
Pensamos que sí, y que en cualquier caso, más que buscar cualidades, es importante ver que podemos evolucionar juntos hacia ese amor.
En resumen: Queremos sentirnos deseadas y amadas por ese hombre con el que hemos decidido compartir nuestra vida.
Todo esto en cuanto a lo que anhelamos de él. Pero también en nosotras hay unos indicadores muy claros:
-Cuando todos estos puntos que hemos dicho nos salen de natural, sin tenernos que esforzar, es que estamos con un nivel de enamoramiento estupendo. Si en nosotras se empiezan a dar otros síntomas, tenemos que alertarnos. Por ejemplo, si dejamos de tener deseo sexual… alerta máxima. Si nos empieza a importar más lo que él nos haga que lo que nosotras hacemos… alerta. Si empezamos a valorar nuestra felicidad por la respuesta que él nos está dando… alerta. Si empezamos a ver todos sus defectos en lugar de todas sus virtudes… alerta. Si empezamos a sentir que no le reconocemos, o que no nos reconocemos a nosotras mismas… alerta.



domingo, 7 de diciembre de 2014

BIEN-ESTAR DE LA MUJER, BIENESTAR SOCIAL





Desde la creación del grupo Inspiración Femenina, venimos remarcando la necesidad de que la mujer logre sus recursos económicos propios para que tenga una independencia emocional, así como una libertaria gestión de decidir; hemos insistido, e insistimos, en la imperiosa necesidad de que mejore su salud en todo los sentidos. De la misma manera hemos considerado imprescindible su preparación cultural. Todo ello, no sólo por favorecer su desarrollo e identidad, sino porque consideramos que en la medida en que la mujer está "bien", su entorno mejora en todos los aspectos.

El proyecto en el que ahora nos encontramos: Feminología, a propósito del cual estamos impartiendo seminarios y redactando un libro, nos ha imbuido plenamente en esta consciencia.

En el enlace que les adjuntamos todo esto queda bien patente:

http://elpais.com/elpais/2014/11/28/planeta_futuro/1417180438_053825.html

La pregunta que nos surge es: Si se está de acuerdo en que el bienestar de la mujer favorece la calidad de vida de la sociedad humana ¿por qué no se procura ese bienestar? No queremos ser catastrofistas pero somos un poco realistas al responder: no interesa. Sí, a los grupos de poder no les interesa para nada una sociedad de "bien- estar", sino una sociedad que corra detrás del concepto de "bienestar" que la sociedad de logro y consumo ha establecido como objetivo; pero que nos quede bien claro a las mujeres: nuestro bien-estar no es un objetivo político ni menos económico. Ha de ser un objetivo nuestro.

Inspiración Femenina Tian.



martes, 2 de diciembre de 2014

EL ARTE DE LA ENTREGA

Por:Inspiración Femenina


Muchas veces al escuchar la palabra “entrega” podemos relacionarla con sumisión o renuncia. Nada más lejos de la verdad. La entrega es un arte que nos puede llevar a ser inmensamente felices.
Todos hemos escuchado constantemente, de nuestras madres y abuelas que la entrega es una virtud que hay que practicar. Y lo que era una virtud socialmente aceptada, poco a poco ha ido malinterpretándose en lago negativo.
Es como si las mujeres modernas relacionaran la entrega con sumisión, con la renuncia de sus ideales, con quedarse conformes con alguna situación insatisfactoria, pero no es así.
La entrega es simplemente saber vivir el “ahora mismo”: Si tengo que lavar, pues lavaré sin sufrimiento, sin pensar que prefiero estar haciendo otra cosa; si tengo que cuidar a los niños, lo hago contenta, disfrutando del momento, jugando con ellos, y no de mal humor porque prefiero estar haciendo otra cosa. Es decir, hay cosas que tenemos que hacer, porque forman parte de nuestra función, y aunque no nos agraden debemos hacerlas, entonces me entrego, para que no sea un motivo de sufrimiento o infelicidad. Ya llegará el momento y espacio de hacer algo que me guste más.
Alguna vez, cuando nos hemos topado con alguna persona que en su trabajo se comporta de manera amable, simpática, con buena actitud, nos hemos detenido a pensar en la diferencia con otras que te atienden mal, y realmente ahí te das cuenta de que las dos tienen que hacer la misma función, pero una ha escogido disfrutar y ser feliz con algo que tiene que hacer, y la otra ha escogido vivirlo con sufrimiento. A la primera,  seguramente  se le harán las horas de trabajo más cortas, llegará a su casa con más animo y energía de hacer otras cosas. La segunda, muy probablemente, llegue a su casa cansada y de mal humor. Una ha decidido entregarse a su trabajo y probablemente ascenderá de posición con más facilidad que la segunda.
Así podemos ver que la entrega no significa rendirse ante una situación, no. Uno puede estar en situaciones insatisfactorias, querer salir de ellas y sin embargo entregarse mientras estas duren. Y seguramente, teniendo una buena actitud al respecto, viviendo las cosas sin sufrimiento, otras posibilidades de salir de esa situación puedan surgir.
En cambio, cuando no hay entrega, hay sufrimiento, hay pelea, hay resistencia, hay mal humor y amargura, y con esta actitud negativa, seguramente no se sabrán ver las oportunidades que se nos presentan.
La no entrega es en el fondo una lucha, una competencia para amoldar las situaciones, relaciones y vivencias a nuestro gusto. Esto es imposible. Las cosas nunca van a ser de nuestro completo agrado, y podemos luchar para siempre y ser infelices en el proceso. O también podemos entregarnos, amoldarnos a las situaciones que nos vengan, sabiendo que fluir con la vida es la manera más inteligente de proceder. Y si hay algo que queremos cambiar, actuar de manera positiva, sin ir en contra, sin resistirnos al proceso de las demás personas.
Como dice el titulo de esta entrada, entregarse es un arte, hay que practicarlo y recordarnos constantemente que la vida fluye como el agua, que todo en la naturaleza se entrega sin reparos y así es como debemos comportarnos nosotros también.