lunes, 26 de enero de 2015

ESTAR A LA MODA



Quizás, nunca como ahora, ha estado tan de moda “estar a la moda”; estar a la moda en todo: en la forma de pensar, en la forma de actuar, en los gustos, en las comidas, en la forma de ocupar nuestro tiempo de ocio y, por supuesto, estar a la moda en ese escaparate llamado “nosotras”, en el que nos convierte la sociedad de consumo.
La moda y los criterios de belleza, ya sabemos que han ido cambiando con el paso del tiempo; lo que hace un siglo era horrible hoy ¡es lo último!, y viceversa.
Cambian las modas, cambian los gustos, pero lo que no cambia realmente es el hecho de que la mujer siga siendo ese maniquí de diseño al gusto de los tiempos.
Ahora, como nos cuenta la noticia de la que les dejamos el enlace, parece que se rompen moldes, y lo que nunca pensamos que sería lo “it”, tiene una permisividad bien vista. ¡Incluso se admiten las tallas grandes!
Creemos que contribuiría mucho al hecho de que la mujer deje de ser la cartulina recortable “prêt a porter”, el que no se hablara de ello; en la medida que se siguen contemplando modelos, blancos o negros, cuadrados o redondos, bajos o altos, se está proponiendo una forma de ser y de estar, que es una propuesta y una apuesta para tener éxito en un mundo selectivo, que como el Cesar dispone su dedo hacia abajo o hacia arriba como señal de tu destino en esta sociedad.
Que el aspecto de la mujer deje de ser  “tema”, simplemente que se nos deje ser. 

Publicado por Inspiración Femenina Tian.

miércoles, 21 de enero de 2015

ARTE COMO LENGUAJE

Por Inspiración Femenina




Hay momentos en los que una no entiende el porqué de las situaciones que van ocurriendo… Y se genera en nuestro interior una sensación de incoherencia, de incomprensión, falta de entendimiento…En definitiva sensaciones que nos dejan fuera… No sabemos ponerle palabras a lo que nos ocurre, o no encontramos aquellas que representen y reflejen 100% lo que sentimos.
Buscando una manera de expresión que no recorte las emociones que una experimenta he leído, identificándome así con imágenes que ciertas palabras producían en mí, que mostraban mundos…Leyendo también me he perdido en palabras que se quedaban cortas, que no conseguían reflejar la totalidad de lo que sentía, aquellas que parecían cortes sentimentales que desechaban lo que rebosaba del recipiente “palabra”.

Fui descubriendo que una imagen vale más que mil palabras. Dícese con imagen, versos, fotos, letras de canciones, poesía… esa manera de expresarse evocativa. Despertaban en mí sensaciones con las que me podía sentir identificada y conseguían crear en mí una sensación de ser parte de esa expresión, de integración. No reducían mis sensaciones a lo expresable por el formato lineal.
Isaia Johnson
Leía a una psicóloga que explicaba que al haber sido el lenguaje creado por el varón, éste buscaba responder a sus necesidades. Y está creado para abastecer y responder a los pensamientos, situaciones y sentimientos que pueda tener el varón. Sin embargo, al ser la mujer un universo diferente, este lenguaje no reflejaba las necesidades de ella. El varón expresa en general su vida exterior, la mujer su vida interior. Ninguna más importante que la otra, son dos perspectivas diferentes, pero pretender expresar esa vida interior con el lenguaje de la vida exterior es como combinar un vestido de gala con unas deportivas.
Explicaba que se encontraba con pacientes deprimidas, y que esta depresión la mayoría de las veces se debía a una falta de entendimiento de lo que les acaecía, porque las palabras no reflejaban, ni estaban hechas, para responder a los sentimientos, pensamientos y situaciones de ella. En definitiva, se quedaban sin recursos para comprenderse. Las palabras no eran suficientes para ponerle el punto a la ‘i’ a nuestras vivencias, a las vivencias de y en mujer.


Hay maneras de expresarse que reflejan vivencias y todo lo que éstas implican. Y estas expresiones son las que nos llegan al corazón. Las sentimos, aunque a veces luego no sepamos retransmitirlo con palabras. Pasa a formar parte de nosotros, ¿y qué mejor manera de expresar que sentir y ser esa expresión sin recortarla para adaptarla a un lenguaje, a unas palabras y conceptos restringidos?
Curiosamente hay una comunidad llamada Awlad Ali en Egipto que parece haber comprendido esto y utiliza dos discursos. Uno para las situaciones del entorno oficial, y otro para situaciones íntimas, privadas, fuera de las estrictas pautas del poder, honor…Ese otro discurso es la poesía “ghinnawa” y es lo que emplean de manera natural y habitual para comunicar y expresar emociones, sentimientos, sensaciones; lo íntimo.

Con esta reflexión queremos decir que a veces a través de una poesía, a través de una imagen, conseguimos expresarnos y sentir en su totalidad. A través de estos lenguajes paralelos no restringimos nuestra alma, ni la intentamos adaptar a un molde pequeño.
En esos momentos en que sentimos que las palabras se nos quedan cortas, acudir a los versos, a la poesía, a la fotografía, a los dibujos…A todas esas otras maneras de expresarse que evocan y provocan sensaciones que van más allá de y abarcan más que los conceptos fijos habitualmente empleados. Empleemos el arte como lenguaje, porque en él está y cabe todo; nuestra historia, nuestros sentires, nuestros pensares… No nos olvidemos del arte como lenguaje. Alguien decía "el arte es la expresión de alma que desea ser escuchada"

Quizás además, ahora que nos encontramos en el año del encuentro, del encontrarse…pueda ser una manera de encontrarse a uno mismo.

miércoles, 14 de enero de 2015

Las mujeres adineradas son más jóvenes y tienen menos interés en tener hijos.

Por: Lola Bahr


Según un estudio realizado por una consultoría estadounidense llamada Spectrem Group, tener cierta edad, no querer tener hijos y haber estudiado alguna carrera son condiciones que favorecen el bolsillo de una mujer, en el sentido de que estará más lleno.

Definen a las mujeres millonarias, como aquellas que tienen una ganancia económica por encima de los 200.000 dólares anuales. Claro, para hacer esta cantidad de dinero al año no les queda mucho más tiempo para pensar en tener hijos, quizás apenas puedan tener tiempo para relacionarse más allá de lo que le permita la actividad laboral. Si también tenemos en cuenta, los años de carrera que puede necesitar para poder llegar a una posición donde la califiquen de millonaria, parece que no queda mucho espacio para cambiar pañales.

Esto es lo que, con más detalles, nos viene a decir el siguiente artículo, del cual les adjunto el link.


Seguiremos apostando por una economía diferente; sin pretender ser más o menos millonarias que otros, simplemente organizando el dinero de una forma solidaria, donde haya recursos para que todos los miembros de una comunidad se puedan desarrollar y no solo unos pocos.

Quizás, la solidaridad y el tener en cuenta las necesidades de todos nos acerque a una economía con tintes de mujer, a una economía femenina.

martes, 13 de enero de 2015

Dos mujeres saudíes serán juzgadas ante un tribunal antiterrorista por conducir


Por Matilde Lindez y Jose Mª Caravantes 
Queremos aportar algunos datos, a partir de una noticia aparecida estas navidades. Informaba France Press:
Dos mujeres saudíes serán juzgadas ante un tribunal antiterrorista por conducir. Loujain Hathloul fue detenida el 1 de diciembre tras intentar entrar en Arabia Saudi conduciendo su coche desde los Emiratos Árabes Unidos y contraviniendo una prohibición vigente en el reino saudí. Una periodista saudí con base en los Emiratos, Maysaa Alamoudi,que había ido hasta la frontera para defender a su compatriota, también fue detenida.”

Al hilo de ello, Amnistía Internacional inició una campaña de apoyo a dichas mujeres, en que decía: “Las mujeres saudíes mantienen una campaña pública en contra de la prohibición de conducir desde1990, cuando alrededor de 40 mujeres transitaron conduciendo sus automóviles por una de las principales calles de la capital, Riad. Después de eso, el  gran muftí, máxima autoridad religiosa del país, dictó un edicto religioso en contra de las mujeres que conducían, y a continuación el ministro del Interior dictó una orden ejecutiva por la que se prohibía conducir a las mujeres.”

Aunque no tenga por qué ser exactamente extrapolable, el periódico EL PAÍS, en su edición de 16 de mayo de 2013, decía: “El 79% de los infractores en España son hombres frente a un 21% de mujeres, según la Dirección General de Tráfico (DGT). Además, entre los conductores que perdieron la vida en un accidente en 2011 – el último año con datos consolidados - 1.177 eran hombres, una cifra diez veces superior a la de las 112 mujeres fallecidas. Y aunque hay más conductores hombres (15,5 millones) que mujeres (10,5 millones), el porcentaje que ellas representan en el censo de automovilistas, un 40,5%, es muy superior al de infractoras y al de víctimas femeninas. “Ellas tienen menos siniestralidad”, confirma un portavoz de la Asociación Empresarial del Seguro (UNESPA). En los viajes familiares por motivos vacacionales los hombres conducen en el 79% de las ocasiones. Además, solo el 20% de ellos se turna con otro conductor, mientras que el 75% de las mujeres comparten su puesto cuando son la conductora habitual.
Pues de todo ello parece deducirse que obviamente lo que subyace al hecho no es un  problema de seguridad vial, ni de incapacidad manifiesta de la fémina para conducir un vehículo a motor. Incluso parece que la fémina sabe aceptar su cansancio en la conducción y permitir que otra persona le ayude en un trayecto suficientemente largo.
Pues entonces va a ser otro el motivo de ese otro barrote de la cárcel en la que se encuentra la mujer, a nivel global. Y a lo mejor, al varón sólo le queda respetar a esa mujer que se ejercita en la conducción, aceptar que lo hace bien (incluso mejor que él) y aprender de ella a ser más consciente de sus limitaciones y de su aporte de corrección y cuido a esa labor de conducir un vehículo.
¡Que algún día vayan desapareciendo los barrotes de esa prisión que priva a la humanidad de las aportaciones que pueden hacer la mitad de sus componentes en todos los ámbitos!

BUSCANDO COORDENADAS DE LIBERTAD


Por Inspiración Femenina
 

Desde que el pasado 7 de enero de 2015 la capital francesa fue testigo de los asesinatos en la revista Charlie Hebdo y en un establecimiento de comida kosher, nuestra mente ha tratado de buscar una respuesta, un porqué, un origen, una opinión un poco más profunda que el estallido del odio y de la incomprensión. Mientras, los titulares se han llenado de opiniones, las calles de protestas, las pantallas televisivas de imágenes casi amarillistas y las camisetas de slogans de “Yo soy Charlie Hebdo”.
En todos ellos escucho la misma palabra una y otra vez, repetida casi de forma mántrica; la misma palabra que va perdiendo sentido cuanto más se pronuncia, la misma palabra que se me escurre entre las manos cuanto más trato de entenderla; la palabra “Libertad”. Esa palabra que me envuelve, que me hace subir y bajar, que me estremece y me hace naufragar en medio del océano. Un océano en donde unas libertades chocan con otras, como olas enfurecidas; donde la libertad de expresión se hace incompatible con la libertad de religión; donde las libertades de unos se utilizan para hacer daño a otros, y las libertades de otros se usan para vengarse… Un océano en donde las libertades…, finalmente, me ahogan, en vez de hacerme flotar.
Y en este punto, tras unas cuantas aguadillas,  es cuando me pregunto si no será tiempo de que reflexionemos a propósito de la libertad sobre la que hemos construido los cimientos de nuestras civilizadas vidas.
¿De qué estamos hablando cuando hablamos de libertad? ¿De una mujer con un pecho fuera y un brazo en alto?, ¿de la posibilidad de “hacer lo que nos dé la gana”? , ¿de la ventura de tener múltiples opciones que elegir?, ¿de la libertad de poder decir aquello que pensamos?, ¿de la libertad de creer en lo que sentimos?, ¿de la libertad de ser como queremos ser?
Un momento…. ¿quién goza de esa libertad, después de una media de 30 años sometido a propaganda, publicidad, opinión publica y presión económica?
No nos engañemos. El concepto de libertad sobre el que navegamos, ha empezado a naufragar.
A poco que analicemos, los llamados países del bien estar, gozamos de una libertad basada en la esclavitud. Las libertades de aquellos que pueden elegir en un mundo de opciones, existen gracias a que hay otro mundo que no las tiene,  y que ha sido sometido a la explotación por los países llamados “libres”. Así es y así ha sido desde los comienzos de la colonización.
Esa es la libertad que conocemos: la que se ha construido en un mundo masculino de guerra y de violencia: “Mi libertad, tu esclavitud”. Y no podemos fantasear pensando que una libertad gestada en un mundo de guerra, pueda tener en su base el respeto, el afecto y la promoción del otro.
Desde el desarrollo del femenino de la especie, abogamos por una libertad basada en el respeto, en donde las libertades de unos no se utilicen para agredir a otros, en donde la libertad no sea nunca un dardo, sino una flor abierta y e indefensa.
Buscamos…, esperanzadamente…, coordenadas de libertad.
Hagamos del respeto el norte de nuestras brújulas, y de nuestras vidas, el mapa que tracemos.

miércoles, 7 de enero de 2015

Un Martini Rosso por favor!

Por: Samuel Padilla


Hoy os traemos el último anuncio de Martini. Que sin duda es digno de comentar. No sé si la intención de los publicistas sería lo que vamos a narrar a continuación, si piensan todo esto, o simplemente lo hacen sin darse cuenta.
Primero aclarar que la bebida Martini es más famosa en el resto del mundo que en la propia Italia. Aquí son pocos los que beben Martini. Pero fuera se vende bien, muy bien. Algunos confunden el Martini Blanco como la bebida preferida de Bond, James Bond, pero lo que bebe él es Vesper, un cocktail que se hace con tres medidas de Gordon's, una de vodka, media de Kina Lillet, agitándose bien hasta que esté helado, y añadiéndole una peladura de limón.
Bueno a lo que vamos, el anuncio. Está rodado en Roma, Ciudad Eterna. Ya este hecho hace del anuncio fabuloso. Roma ofrece un decorado perfecto para cualquier cosa. Hay que ser muy torpes para grabar algo allí y que no salga bien. Como la última película italiana oscarizada, La Grande Belleza, que si le quitas Roma le quitas todo, porque del contenido prefiero ahora no hablar. 
Cómo veis el anuncio empieza con un hombre misterioso con un sombrero que deja algo bajo la copa que acaba de tomar, en una terraza de una bar. La camarera, encarnada en Cenicienta,  sale y mira debajo del vaso el mensaje de "Inicia el deseo" .
Con expectación se asoma a la esquina y la mano de un hombre, como no, la coge para liberarla y comienza a correr por las calles de Roma. -Porque el hombre es el que te libera, ¿no?. 
El hombre del sombrero, sigue la carrera de todos los que buscan el deseo, como un Dios masculino que guía el destino de todos. Con sus gestos hace que las cosas sucedan. 
En medio de la carrera por alcanzar los deseos, nuestra Cenicienta es parada por la autoridad, representada en un Carabinieri, que con un gesto, a mi parecer violento, la libera del delantal y la pone un abrigo. Oh! que bonito! La figura del poder masculino es el que decide de nuevo el autorizar o no la libertad de Cenicienta. Una vez equipada de libertad, y abrigada, otra mujer le da una rosa blanca, para que lleve consigo la belleza, la cual abandona nada más llegar a la estación para cambiarla por una maleta. Claro está, sabemos que las mujeres viajan con millones de cosas inútiles en la maleta y viajar solo con la belleza de una flor, como que no. 
Se monta en un tren súper espacial -a lo mejor el publico cree que los trenes son así aquí, nada más lejos de la realidad- y se va. 
El machismo -iba a escribir soterrado- pero creo que de soterrado no tiene nada, está a flor de piel. El anuncio no tiene desperdicio. A lo mejor exagero, puede ser, o tal vez no. Pero creo que queda claro, que estamos de nuevo ante el cuento de Cenicienta que se libera de su yugo por lo masculino. 
Sabiendo esto creo que me voy a servir una copa de Martini Rosso, que es un aperitivo fabuloso, con la consciencia de que como hombre nunca estará la intención de autoridad de frente a la belleza de lo femenino.
Salud!

martes, 6 de enero de 2015

QUERIDOS REYES MAGOS...

Por Inspiración Femenina


Cada año, al llegar estas fechas, hay multitud de peticiones. Hoy queríamos pedir algo para las mujeres, en general, las mujeres de todo el mundo… ¿Qué podríamos pedir? ¿Paz? ¿Amor? ¿Recursos suficientes para sobrevivir? ¿Que se acabe la violencia? ¿Formación?

Sí, todos ellos están bien, son buenas peticiones… pero parece que no son suficientes para que algo cambie.




De entre todas las cosas, hoy, 6 de enero del 2015, creemos que es muy perentorio que la mujer reciba RESPETO. Sí, respeto, porque si una mujer es respetada, va a tener todas las otras cosas. Si es respetada, no será esclavizada; no será maltratada; no será explotada; no será comprada ni vendida; no será prostituida; no será mutilada; no se le impedirá formarse; se reconocerá su trabajo; tendrá recursos; tendrá… lo que necesite.

Respeto. Parece algo muy simple, pero, con honrosas excepciones, muy pocas mujeres son respetadas.

Reflexionando sobre el porqué, indudablemente la hegemonía masculina tiene mucho que ver… no se puede mantener una hegemonía si se considera a los otros –en este caso, las otras- como iguales en cuanto a valía. Ahora, si la especie se convence de que las mujeres valen menos, tienen menos capacidades, son seres inferiores, entonces sí se les puede esclavizar, domesticar etc.

Sí, todo esto es cierto. Pero hay un ‘pequeño detalle’ que habitualmente se tiene poco en cuenta: el respeto hay que ganárselo. Y para ganárselo, lo primero que hay que hacer es respetarse una misma.

¡Ahhhh! Pues ya no está tan fácil la petición, porque somos nosotras, las mujeres, las primeras que no nos respetamos. Y si nosotras no nos respetamos, ¿cómo vamos a exigir respeto por parte de los varones? Es más, educamos a nuestros hijos e hijas para que todo siga igual, tanto de palabra como con el ejemplo. ¿Qué niño va a respetar a las mujeres cuando ve que su padre no respeta a su madre y que ella no hace nada al respecto? ¿Qué niña se va a respetar a sí misma viendo cómo su madre acepta ser la sirvienta de su padre, por ejemplo? Como mucho, tratará de ser como su padre, masculinizándose, para salirse del rol femenino que considera inferior.

¡Hay tantas faltas de respeto a nuestro alrededor! Algunas son fácilmente detectables: violencia, descalificación, gritos, insultos… Otras, son mucho más sutiles, pero también mucho más frecuentes, por ejemplo: No tener en cuenta la opinión; permitir sacrificios, renuncias al hacer propio para que él pueda realizar más cómodamente el suyo; dar por sentado que la que tiene la obligación de ocuparse de los hijos es ella; dar más importancia a los estudios o a la carrera profesional de él; consentirse actitudes que, aunque no claramente violentas, generen miedo en la mujer y ésta no pueda expresar lo que piensa o siente… En fin, ‘lo normal’ y cotidiano que vemos en las relaciones entre hombre y mujer, en general.

Es evidente que el varón tiene que cambiar mucho para que se instaure el respeto como actitud habitual en la relación. Pero también la mujer tiene que realizar profundos cambios. Si ella no se gusta, difícilmente gustará a los demás; si ella no se quiere, ¿cómo esperar que la quieran?; si ella no se valora será minimizada; si ella no se respeta, profunda y ampliamente, no puede ni pensar que va a ser respetada.

Por tanto, para este día de reyes, la petición fundamental es hacia nosotras mismas. Tomando consciencia de cuándo nos están faltando al respeto y no consintiéndolo, abriremos la posibilidad de que el varón cambie en este sentido.

¡Que pasen un feliz día de Reyes!