jueves, 23 de abril de 2015

Teresa de Àvila... podria ser una mujer de hoy...

Por Ursula Kessler



El 28 de marzo –hace 500 años- en el 1515 nació Teresa de Ávila. Ha sido una de las filósofas más importantes de la Media Edad y también una fundadora de convento y Profesora de iglesia carismática.
Ella misma se llamó intrépidamente Teresa de Jesús, porque para la mística, Dios era lo más importante, su única referencia.
La inquisición intentaba -sin éxito- intimidar a esta fuerte mujer. Esta monja fundó 18 conventos y escribió numerosos libros. Su obra principal “Las Moradas o Castillo Interior” hasta hoy día goza de ser literatura mundial. 
40 años después de su muerte, la iglesia la declaró santa, junto con Ignacio von Loyola, fundador del honrado orden de los jesuitas.  
Teresa se crio en una familia, en la cual el leer era muy apreciado. Su padre era un comerciante judío, el cual había convertido al cristianismo. Su padre tenía una gran biblioteca y apoyaba todos su 12 hijos, de los cuales 9 eran varones, aprovecharse de ésta con frecuencia.  
Cuando su madre, la segunda esposa de su padre, murió, Teresa apenas tenía 14 años. La metieron en un colegio de internos de un convento de los agustinos.
En aquel tiempo Alemania estaba en el tiempo de la reformación. El antiguo monje de los agustinos Martin Luther no solamente escribía “de la libertad de un cristiano”, sino también “de la vida matrimonial”. Él puso el matrimonio como fundamento para la descendencia por encima de todas las  formas de vidas restantes. Sobre todo para las mujeres su visión del mundo era agravante. 
Luther: “Y si el hombre diez veces comete impudicia, ella no le va a preguntar. Ahí es hora que él diga: Si tú no quieres, habrá otra, si esta mujer no quiere, habrá la riada.” En sus escrituras sobre el matrimonio también tenía palabras muy instructivas para las embarazadas como las siguientes frases: “Aunque luego estas mujeres fértiles al final se mueren por preñarse tanto, no pasa nada, déjales morirse por preñarse tanto, para eso están.”
Otra frase que escribió: “Si el hombre está triste, raro, difícil, iracundo, esto a una mujer piadosa le duele más que la muerte misma. Porque ella quiere ser encantada y teme el desacato como la oscuridad y la mayor desgracia.”
Teresa, la monja española, no estaba para nada de acuerdo con esto. Casi 40 años después Teresa escribe en su obra “Camino de Perfección”: “Así y como se dice cómo debe de actuar una mujer, que quiere estar feliz en su matrimonio, o sea, que debe ponerse triste cuando él está triste y alegre cuando él está alegre –aunque no lo sea- así lo hace El Señor verdaderamente sin fingimiento con vosotras: EL se hace subalterno y quiere que vosotras seáis el ama y que se atienda según vuestra voluntad.”
Teresa consideraba al matrimonio como una esclavitud para las mujeres y hacer el voto a Dios una liberación.
El movimiento reformador llevó a cerrar muchos conventos de monjas, incluso cerraron algunas a la fuerza. Mientras en unos lugares como Estrasburgo y Nürnberg, monjas oponían resistencia masiva contra el cierre, también había muchas mujeres que salían de los conventos a las cuales se les había llevado en contra de su voluntad. Así también ocurrió en España.
Teresa misma había meditado un largo tiempo sobre la decisión de entrar en un convento. Pero ¿casarse? Esto –para ella- hubiera sido un mal mayor. Mejor, leer libros detrás muros. Retrospectivamente escribió sobre su vacilar: “Y si mi voluntad no quería volverse hacia una entrada al convento, si comprendí que esto era la forma de vida más segura y así decidí poco a poco, forzarme en entrar al convento.” Con veinte años entró al convento.
Nada más entrar al convento, Teresa volvió muy enferma hasta tal punto que creían que estaba muerto, pero se recuperó y durante 3 años no podía andar. Durante su enfermedad, Teresa se familiarizó con técnicas de oración de las cuales surgieron luego sus propias técnicas de “la oración interna”. Para Teresa esto no era nada más que estar con un amigo, con el cual muchas veces nos encontramos a solas, simplemente para estar con él, porque sabemos con seguridad que nos ama.” 
Por supuesto a muchos teólogos este hecho les parecía muy peligroso, porque: “Quien practicaba la oración interior, o sea trataba con Dios según sus necesidades, podía evolucionar interiormente y poco a poco podía ser una persona con pensamientos propios.”
Así fue. Su “dialogo directo” con lo Divino no le cegaba a Teresa, sino le hizo clarividente, sobre todo en cuanto al dominio masculino. Ella escribió: “Jesús no se horrorizaba ante las mujeres, es más, el las prefería. En cambio el mundo las acorrala y las considera “incapaces” hacer algo en público para Jesús, que valga algo.”
Esta fundadora de conventos –Teresa-, igual como la alemana Hildegard von Bingen, más tarde va a ir en contra de algunos hombres de la iglesia.
Esta mujer, “Amiga de Jesús”, es conocida –desde su muerte- como la “mayor mística de todos los tiempos” no disimulaba, que había tenido fases de éxtasis, las cuales llamaba –“embeleso”, “olvido del presente”, “vuelos del espíritu”. Por lo tanto, con 40 años empiezan conflictos con algunos de sus confesores. Sospechaban de sus “visiones” y suponían que estaba obsesionada del diábolo.
Retrospectivamente escribía: “Sin duda, que les tengo más miedo a aquellos, que tienen miedo ante el mal, que a mí misma, porque el diábolo no me puede hacer nada, mientras los otros si emprenden mucha ansiedad, sobre todo cuando sean confesores.” 
Así, el miedo en Teresa aumentó y más y más estaba aislada y bajo tanta presión entró en una profunda crisis. Escribió: “Había suficientes cosas para perder la razón.” Y francamente siguió criticando a los hombres. Después un tiempo duro y de profunda crisis puso al corriente a algunas hermanas del convento –que eran amigas- el deseo de fundar un convento propio. Su propio convento las independizaría, porque todos los hombres sean “ramas secas de rosmarino”, las cuales “no ofrecían seguridad”. Si te apoyas en ellos “en el momento, cuando hay carga por contradicciones o habladurías, se quiebran”.
Con muchas dificultades y obstáculos se abrió en Ávila en el 24 de agosto 1562 oficialmente su pequeño convento. 
La historiadora cultural alemana –Linda Maria Koldau- menciona en su recientemente publicada bibliografía sobre Teresa, que las mujeres hace 500 años podían vivir más auto determinadas en los conventos. Dice: “En una sociedad en la que mujeres de todas maneras estaban ‘encerradas’, en una sociedad en la cual los padres, los maridos o hermanos determinaron sus haceres y sus derechos, la clausura el convento significaba un espacio libre.”
Teresa, con sus conventos quería: “Espacio para el YO, para una propia, por parte de Dios regalada identidad, la cual se puede desarrollar y desplegar en relación con Dios”.
Casi medio milenio más tarde, una escritora inspirada de Teresa –Virginia Woolf- llama a un libro “La habitación para sí misma”. La enseñanza de su doctrina de oración –que tenía Teresa- se podría caracterizar con las palabras individualidad, libertad de voto, vastedad, dignidad, variedad.
Hay que destacar también que Teresa como provinciala valoraba mucho la complicidad de las mujeres entre sí. Diariamente introducía un tiempo de reunión, solamente para las mujeres, en el cual cantaban y bailaban. Con toda la severidad de una vida carmelitana… Teresa ensenaba una forma religiosa de vivir de humanidad. 

Comentario:

Nos parece un ejemplo que cuando una mujer es mínimamente culta se inspira con otras ideas y criterios. Sentimos que Teresa parece una mujer sin tiempo. Lo que ella descubrió en cuanto a la posición de la mujer en la sociedad hoy día no ha perdido ninguna vigencia.
Destacar también la propuesta que hizo en su tiempo ya. Un espacio para solo mujeres, complicidad entre mujeres, porque esto nos hace fuertes. No para ir en contra de… sino para tener más confianza en nosotras mismas y entre nosotras, para apostar a nuevas propuestas, las cuales “ojalá” salgan de nosotras porque –entre otras cosas- nos atrevemos a decirlo.  

jueves, 16 de abril de 2015

Mujer y Desarme Nuclear


Por: Julia Reyes



Fotografía de Yosuke Yamahata





La Conferencia de las Partes de 2015 Encargada del Examen del Tratado de la No 
Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) se celebrará en Nueva York desde fines de abril. 
 Se realizará en el marco del 70 aniversario de los bombardeos atómicos de Hiroshima y 
Nagasaki.


 En octubre de 2014, más del 80 por ciento de los estados miembros de las Naciones Unidas 
apoyó una declaración conjunta sobre las consecuencias humanitarias de las armas nucleares, 
manifestando su voluntad de que jamás sean utilizadas, sean cuales fueren las circunstancias.Este año, Hiroshima será la sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asuntos 
de Desarme, en agosto, y del Foro Mundial de Víctimas de las Armas Nucleares, en 
noviembre; mientras que Nagasaki acogerá la conferencia anual Pugwash, igualmente en 
noviembre. 


http://www.ipsnoticias.net/2015/04/actuemos-juntos-por-un-mundo-sin-armas-nucleares/


Al respecto de la participación de la mujer en temas de desarme nuclear me pareció interesante 
compartir las opiniones de la especialista Salma Malik* que desde su posición de mujer, 
analiza ciertos aspectos a tener en cuenta cuando se actúa desde el femenino de humanidad, 
aún por descubrir.


"En Pakistán, varias mujeres extraordinarias han obtenido formación académica de alto nivel y 
se han convertido en científicas o técnicas brillantes, realizando labores de alto calibre en la 
cima de organizaciones de investigación. Pero aún así, rara vez pueden llegar a la cima de los 
niveles más altos en la comunidad científica o adquirir una voz en la política nuclear y la toma 
de decisiones."


Y continúa diciendo:


"Hace pocos años, Rose Gottemoeller, ahora subsecretaria de Estado para el control de 
armas y la seguridad internacional, utilizó con reverencia el término "mujeres de destrucción 
masiva" en una reunión informal con un grupo de mujeres pakistaníes que realizan estudios de 
seguridad. El grupo al que se refería era joven y energético. Estas mujeres conocían a fondo 
el tema y entendían la política a su alrededor. A pesar de lo que podría insinuar el término de 
Gottemoeller, ninguna de ellas realizó un trabajo con un matiz de género."


"Esta experiencia hizo que me diera cuenta que muchas mujeres, tal vez la mayoría, abordan 
temas como el desarme, el diseño de políticas y la ciencia y tecnología, con una perspectiva 
establecida, dominada por el hombre, en vez de desarrollar un punto de vista alternativo. Las 
mujeres en el mundo de la política no sólo deben de demostrar que son competentes, sino 
también deben sobrepasar los obstáculos de los estereotipos. Deben comprobar que son 
iguales que sus homólogos, o, por lo menos, deben de intentar verse sin género. Por 
consiguiente, las mujeres a menudo asumen un papel severo, duro y "masculino"."


Y continúa:


"(...) Las mujeres no tienen mucha representación en los temas "duros"; cuando sí trabajan con 
estos temas, suelen realizar una labor sin genero, que refuerza ampliamente la narrativa 
dominante masculina. Las mujeres son más representadas cuando se trata de temas "blandos", 
pero los temas en sí son considerados menos importantes. Además, la investigación de las 
áreas "blandas" a menudo atrae elementos de antropología o sociología y de acercamientos 
interdisciplinarios, que por lo general, no son utilizados en los temas "duros"."


Para leer todo el artículo:http://thebulletin.org/node/7196


*Malik es profesora asistente de la Universidad Quaid-i-Azam en Islamabad, Pakistán, donde 
se especializa en temas de conflicto, sociología militar, asuntos en Asia meridional, seguridad 
humana y desarme. De 1996 a 1999, fue investigadora principal en el Instituto de Estudios 
Estratégicos en Islamabad. Entre sus publicaciones se encuentra, escrita junto con Mallika 
Joseph, Small Arms and the Security Debate in South Asia; y, junto con Saira Yamin, 
Mapping Conflict Trends in Pakistan. En 2003, obtuvo una maestría en Defensa y 
Estudios Estratégicos por la Universidad Quaid-i-Azam y actualmente está cursando el doctorado en Política y Relaciones Internacionales por la misma universidad.


miércoles, 15 de abril de 2015

ARQUITECTURA Y REPRODUCCIÓN

Por Inspiración Femenina

Arquitectura. Sí, de arquitectura va la cosa hoy.
Y es que a lo largo del tiempo y en su transcurrir la arquitectura ha ido evolucionando, como tantas otras cosas…Observándola, reflexionando acerca de ella, se deja descubrir y entrever una cierta ideología, un pensamiento cultural, oculto en su trasfondo y en sus cimientos.
La arquitectura es algo cultural, es decir, creado por el humano, y como tal refleja y emana de lo que somos. Es decir, no deja de ser una reproducción de nuestros puntos de vista de nosotros mismos. Repetimos: es una reproducción.
Y hablando de reproducción vemos que el poder de éste es femenino. Haciendo un repaso vemos que antaño, la forma de reproducción era femenina: horizontal, extendida, pero en el momento en que el masculino se declara el poder de la guerra surge la arquitectura vertical. La reproducción fuerte, impositiva y violenta, del estilo ‘toma machacote’. Con la llegada de los edificios verticales se refleja la reproducción fuerte, de potencia, poder.

Ya se aprecia en la Biblia, en la revelación de Babel, el nacimiento del poder del hombre reflejado en la construcción de una torre. Éstos querían contactar con el cielo y la soberbia del hombre se empeñó en conseguirlo. Así se desarrollan el hombre y la torre, como potencias dominantes. Antes, estábamos cerca del contacto del cielo…ahora lo rascamos con los famosos rascacielos.


Así que vemos que la arquitectura guarda relación con la reproducción desde el punto de vista del hombre. El edificio vendría a ser una analogía del pene erecto ya que sólo así es posible la reproducción. Vemos que refleja un pensamiento -y su evolución-  social.

Hoy en cambio, los tiempos han cambiado y el número de reproducción ha bajado. Tenemos mucha gente, pero poco espacio. Ya no está habiendo tantas construcciones de edificios como antes, ahora se desarrollan zonas especiales con espacios de carácter más femeninos, horizontales, planos, extendidos…Véase las urbanizaciones, pero ¡ojo! no estamos diciendo que éstos sean femeninos, si no que de los edificios “erectos” hemos pasado a otra forma más suave, un poco más femeninos.
 


La arquitectura como abrigo, como construcción de un espacio en donde salvaguardarnos, protegernos, en su principio era horizontal, plana, extendida, circular, con espacios amplios entre una y otra, en ciertas zonas del planeta aún se observan estas construcciones. Llegamos a la era industrial y vemos el reflejo de la gran potencia del dominio masculino, del poder, y se erigen edificios impositivos, verticales, compactos, fuertes….Y hoy, que vuelve a cambiar el pensamiento social, vemos que lo que más se está desarrollando es la construcción urbanística, de carácter más femenino, extendido, horizontal…También cabe mencionar la corriente arquitectónica conocida como ‘arquitectura bioclimática’, es decir, integrada en la naturaleza, intentando de esta manera adaptarse al medio en donde se va a desarrollar y destruir lo menos posible en lugar de imponerse.
 



Todo lo que el ser humano puede hacer está en relación a la reproducción, y ésta está en relación con el modo sexual. Vagina y pene. En el nivel general de consciencia que se tiene hoy por hoy ésa es la manera que tenemos de crear, y si se tiene una buena, saludable y creativa sexualidad podremos reproducir cosas nuevas y no replicar en antiguos modelos.
 

Nos parece curioso el ver a través de los edificios y viviendas el reflejo de la evolución del pensamiento humano y su concepción de la sexualidad/reproducción, y nos preguntamos… ¿Cómo sería la arquitectura si tuviéramos otra forma de vivir la sexualidad?

domingo, 5 de abril de 2015

RESUCITANDO


Por Inspiración Femenina


Hoy, 5 de Abril de 2015, Domingo de Resurrección, la cultura predominante conmemora la resurrección de su enviado. Algunos, lo harán regresando de sus vacaciones primaverales; otros, en medio de un gran atasco en la carretera; otros habrán estado trabajando; para otros será un momento de intimidad, e incluso para algunos puede haber sido un día de culto y oración.
No sabemos cuantos de ellos recordarán la historia que narran las escrituras, ni cuantos se acordarán de quienes fueron testigos de aquella resurrección. Nosotras hemos dedicado el día a acordarnos de ellas, de las mujeres, de las que supieron esperar, de las que le vieron resucitar. Si fueron ellas las que presenciaron la resurrección… ¿qué nos quiere decir el relato? ¿Acaso silenciosamente nos instaba a resucitar porque estábamos muertas?
Entre recuerdos, proyecciones y pensamientos, se nos ha ido el día preguntándonos a qué hemos de resucitar. Si conmemoramos algo es para mantenerlo vivo entre nosotros. Por eso, nos preguntamos una y otra vez… ¿a qué hemos de resucitar las féminas?
Quizá para descubrirlo, primero tendríamos que saber a qué hemos muerto las mujeres. Y al pensar en ello, un atisbo sombrío se cierne sobre nosotras, porque es tan larga la lista, que la resurrección se nos antoja lejana. Sin embargo, no sería justo dejar tan magna empresa abandonada por un asomo de incertidumbre, y nos hemos atrevido a divagar.
Las mujeres hemos muerto a nosotras; hemos muerto a la soberana disposición de ser una misma; hemos muerto a la maternidad sin sufrimiento y al amor sin ataduras. Las mujeres hemos muerto a la sensualidad espontánea, y a una sexualidad de sorpresa; hemos muerto y seguimos muriendo a enamorarnos de todo lo que hacemos, por miedo a la celotipia de quien dice amarnos; hemos muerto a vivir sin mirar el pasado y sin temer el futuro. Las mujeres hemos muerto a la ternura del cuidado y a la sencillez de lo no valorado. Hemos muerto a expresarnos, sin miedo a las represalias, y a decir sin caminar por el filo de las verdades a medias. Hemos renunciado a querernos las unas a las otras, a aliarnos sin temor a la ofensiva, a comprendernos… a curarnos las heridas.
Y en resurrección, nos hallamos como un equilibrista en mitad de su cuerda: con una vasta esperanza por delante, y un abismo insondable a nuestros pies. Si nos quedamos aterradas por el vacío y la caída, lo más probable es que no podamos seguir adelante. Pero si nos centramos en la otra orilla, como si fuera lo único que existe, quizá nuestros pies sepan llevarnos por la cuerda infinita, en los quebrados y flexibles movimientos del equilibrio.
Quizá resucitar es simplemente eso: dejar de obsesionarnos con la caída, y apostar por el siguiente paso. Sin siquiera pensar en el que vendrá después.
Quizá resucitar sea saberse en medio de un mar que nos va llevando.
Quizá resucitar sea atreverme a decirte mañana, que te amo.
Quizá resucitar sea, simplemente, decir que no a lo que me hace daño.
Quizá resucitar sea, tan sencillo, como seguir caminando…
sabiendo que vamos de la mano.