martes, 25 de noviembre de 2014

TRANSMISIÓN - COMUNICACIÓN

Por Inspiración Femenina




Los medios de comunicación son el instrumento a través del cual se realizan los procesos comunicacionales hoy por hoy. Los hay masivos e interpersonales, pero en definitiva queremos que quede claro que a través de estos medios es por donde nos comunicamos.  

Antaño la comunicación se realizaba a través de señas y signos, luego -al inventarse la imprenta- y darse los cambios sociales, las formas de comunicación fueron evolucionando a gran velocidad hasta llegar a la telefonía, televisión, redes sociales, etc…Respondiendo así a las necesidades de la Globalización. 

Generalmente para comunicarse uno emplea el lenguaje, y la forma más inmediata de ésta: el idioma. Ahora bien, el idioma se va adquiriendo poco a poco, siendo la etapa más fructífera de aprendizaje la infancia. Durante esta etapa dependemos de personas e instituciones que nos muestren cómo desarrollarlo, -el lenguaje-, ese que nos permitirá comunicarnos con los seres de nuestro entorno inmediato y no inmediato a través de los canales disponibles. Estas personas e instituciones son en general la familia y el colegio, y los canales los medios de comunicación. Sabemos que la escuela sigue un parámetro de enseñanza X que enfatiza y realza ciertos aspectos y que se ha ido formando a lo largo de la historia como respuesta a necesidades de diversos conflictos. Instruye a personas, y los niños se disponen a ampliar sus conocimientos y sus capacidades bajo estas influencias pasando luego por los medios de comunicación. 

Los medios de comunicación que nos envuelven hoy día han dado una gran preferencia a la capacidad de transmitir, más que a la de ‘comunicar’; es decir, que el emisor reciba una respuesta. Se ve claro si pensamos en la radio, la televisión, el ordenador, etc… Desde pequeños nos sometemos al bombardeo de información sin esforzarnos intelectualmente, ya que no exigen respuesta. Más de uno habrá observado un fenómeno bastante común en la sociedad actual: miles de personas sentadas delante de una pantalla durante horas. 

Nos contaban que las nuevas formas de comunicar, es decir, Facebook, twitter, Instagram, Pinterest, Vine, Snapchat, y un largo etcétera, han cambiado radicalmente nuestra forma de desenvolvernos. Basta con comparar cómo se vive hoy a cómo se vivía hace unos años. Ya no existe el parque, existe Facebook; ya no existe hablar, existe twitter; ya no existen los álbumes familiares, existe Instagram. No entramos a juzgar estas cosas, simplemente queremos dejar claro que en esta nueva era así es la comunicación. 


Nos llama la atención este cambio, ya que estos medios pasaron de ser informativos a responder a las necesidades de una sociedad consumista. Nos estimulan convertirnos en consumidores de los productos ofrecidos. Uno de los efectos nocivos de esto es el efecto hipnótico que poco a poco hace que perdamos nuestra capacidad creadora y hacen que disminuya nuestra capacidad de razonamiento y deducción, ya que las conclusiones a las que llegamos son fruto de los mensajes a los que continuamente estamos expuestos. 
Durante el desarrollo de los jóvenes, estos tienden a vivir en un mundo de ensueños que se alimenta de su imaginación. La imagen “definida" de estos medios de comunicación inhiben la capacidad de “inventar el mundo” y anulan la fascinación por lo desconocido. 
Recibimos imágenes continuamente, sin tiempo para digerirlas ni reflexionar. Esta información “definida” disminuye la inclinación a la comunicación, al diálogo -algo femenino-, que se ha sustituido por ‘el monólogo de la pantalla’.

Decimos que la comunicación como vía de doble sentido, -y en este aspecto no la transmisión como algo más unilateral -(transmisión aquí sólo hace referencia al sentido unilateral, por lo que lo utilizamos como diferente de comunicación, -algo bilateral-. Muchas veces hemos hecho mención a los beneficios de la transmisión teniendo en mente otros aspectos que aquí no incluimos) es algo de naturaleza femenina, ya que la mujer en sus orígenes vivió en comunidad y desarrolló esta facultad de comunicación, debido a que sus actividades eran más sociales. Las mujeres se reunían para lavar, cuidaban de los hijos… Los hombres salían a cazar, para lo que debían guardar silencio. Decimos por eso que las mujeres han estado acostumbradas durante más tiempo a expresarse a través de la palabra; y la conversación podría haber sido para ellas una forma de organizar la vida a su alrededor.

Habiendo hecho esta pequeña reflexión, y ante la nueva era de la comunicación en la que nos encontramos, creemos que es importante rescatar esa naturaleza femenina de expresión, de compartir. Todo parece ir hacia un sentido de transmisión cerrada e individual, y en ese aspecto podría tratarse de una naturaleza más masculina. La forma de comunicarse hoy lleva a la aceptación sumisa de las sugerencias que nos llegan a través de estos medios y es de suma importancia recuperar actitudes críticas, en lugar de caer en la tendencia a conformarse. 


Frente a los nuevos medios de comunicación, creemos urgente rescatar la naturaleza comunicativa femenina. Recuperemos, desarrollemos y fomentemos el diálogo, la reflexión y la comunicación de doble vía. 

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