lunes, 3 de noviembre de 2014

BRUJA

Por Inspiración Femenina


En estas fechas en las cuales todas las redes sociales, anuncios y noticias están cargadas de temas como zombies, calabazas, y brujas, no hemos querido dejar pasar la oportunidad de hablar sobre estas últimas: Las brujas.
Es un tema que nos interesa ya que la historia de las brujas va cargada de mitos y leyendas fabricados para poder seguir manteniendo el patriarcado, la hegemonía del hombre sobre todas aquellas mujeres que tuvieran la osadía de querer salirse de su mano.
Solemos relacionar a las brujas con esos personajes que llevan sombrero de punta y vuelan en sus escobas, pero la bruja aparece desde tiempos mas antiguos.
Su aparición como personaje diabólico, buscado y castigado data de tiempos del antiguo testamento, es decir, desde que el Dios como figura masculina se hace presente. Sin embargo, su verdadera persecución comienza a finales de la edad media.
Es verdad que a lo largo de los siglos, los hombres también fueron procesados y torturados por pactos con el diablo y brujería, pero fue la mujer la que más sufrió de las persecuciones y “Claude Seignolle”, encargado de los procesos a las brujas alrededor del año 1330 en Francia nos explica por qué:
“Satán tuvo sus sacerdotes, que fueron los brujos. Y el rey de los infiernos también tuvo sus sacerdotisas, que fueron las brujas. Pero como consecuencia que solamente los hombres eran admitidos en el servicio del Señor, las mujeres, excluidas del mismo, se sintieron más atraídas hacia su rival oscuro, que terminó acogiéndolas preferentemente y en mayor número. Incluso llegó a decirse que había mil brujas por cada brujo; con toda claridad esta afirmación constituía una exageración manifiesta, pero seguramente la proporción de las mujeres, en la muchedumbre que se afanaba en la adoración del Macho cabrío, superaba en mucho a la de los hombres”.
¿Pero, quienes eran estas brujas y que había detrás de esta persecución?
Las brujas eran todas aquellas mujeres que seguían rindiendo culto a las antiguas tradiciones como danzar y tener relaciones sexuales en los campos para aumentar la fertilidad de las tierras. Probablemente la iglesia trató de abolir todos estos ritos paganos mediante el castigo por brujería.
Si había reuniones de varias mujeres, se les podía considerar como brujas. ¡Y cómo no!, el patriarcado siempre ha buscado que las mujeres estuvieran separadas, ya que juntas pueden tener mucha fuerza; no convenía que las mujeres se aliaran.
Cualquier mujer que tuviera conocimientos sobre plantas, ya fueran curanderas o parteras podía ser procesada por brujería.
Mujeres instruidas y con conocimientos en los tiempos en que las mujeres no podían tener una educación, eran una amenaza para el poder masculino y eran consideradas brujas. Así mismo, aquellas mujeres que tenían conocimientos sobre el control de natalidad o sobre la sexualidad representaban una amenaza para su hegemonía. A demás, este tipo de mujeres, con conocimientos de plantas y minerales, vivían solas en los bosques, generaban sus propios ingresos y eran independientes, esto iba en contra de lo que dictaban las religiones patriarcales.
Hay estudiosos que afirman que la cacería de brujas se debió a todo un plan maquiavélico de parte de la Iglesia Católica, en un tiempo en que la población Europea quedó mermada por la peste. La iglesia poseía gran parte de las tierras fértiles para trabajar y casi no había gente para trabajarla, así que se ideo un plan para castigar a todas las mujeres que supieran sobre control de natalidad (raíces y hierbas), a todas las mujeres que las utilizaran.
Si esto fuera así, el plan funcionó, porque a partir de estos acontecimientos, la población aumentó considerablemente.
Lo que sí es cierto es que se creo una paranoia colectiva en dónde la superstición y el miedo reinó en la población femenina. Durante dos siglos millones de mujeres fueron torturadas y quemadas… un verdadero genocidio.
Millones de mujeres muertas, en muchas ocasiones porque se negaron a hacer favores sexuales a algún hombre, o porque a su vecina le caía mal, o simplemente porque hacía falta culpar a alguien de alguna desgracia ocurrida en el pueblo.
Esto forma parte de la historia de las mujeres, y creemos importante que todas estemos al corriente de lo que nos ha sucedido como especie. Estas historias no se cuentan en los colegios, pero creemos que todos deberían saber cómo injustamente se exterminó a tantas mujeres.
Es importante también, que nos demos cuenta de que, cómo mujeres, seguimos teniendo esa actitud de “quemar a la bruja”. No debemos caer en esos juicios de valor o morales que hacen que condenemos particularmente a las de nuestra propia especie. Siendo mujeres, y sabiendo lo que nos cuesta realizar nuestros sueños, deberíamos ser más comprensivas y compasivas unas con otras. Ayudarnos, en vez de ponernos la piedra para tropezar.
En definitiva, crear esa complicidad femenina que hace que nos unamos, que compartamos, que creemos juntas…
Es la única manera que tiene la mujer para poder evolucionar. La alianza de las mujeres es la gran deuda pendiente que tenemos como especie. Todavía tenemos miedo de juntarnos, de hablar, de hacer cosas juntas porque así nos han educado, para poder controlarnos mejor.

La complicidad femenina… si nos atrevemos a vivirla, les aseguramos que será la mejor experiencia de vida que puedan tener, solo hay que atreverse.

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