Por Selma Berrezouga
Esta mañana, paseando por mi pueblo, he entrado en el Bar de Gaetano para saborearme un buen café mientras tanto aprovecho para dar una ojeada al periódico y leo: “Prevenir la violencia de género, proteger a las víctimas y castigaría severamente a los culpables. Estos son los tres objetivos del Decreto Ley contra el feminicidio y la violencia sobre las mujeres aprobado hoy por el Consejo de Ministros”.
También leo sobre un interesante libro que explica cómo ser un buen periodista. La primera de todas las reglas: estar muy informado antes de escribir. Así que, pienso que debería leer algo más sobre este Decreto Ley, que apenas han aprobado.
Salgo del bar, estoy de vuelta hacia la escuela y me voy cruzando con diversas personas, hasta que me cruzo con un chico, de unos 20 años, ojos claros, que pasea con su perro atado a la correa… me pasa al lado y con la mano que tenía libre me acaricia las nalgas… me giro rápidamente y le grito:
-“¡¿Qué crees hacer?!”
Él me responde: “No lo he hecho aposta”.
Lo miro incrédula y lo insulto: “Eres un deficiente, imbécil”
¿Cómo me siento? No lo sé, un poco estúpida, quizás por haber gritado…, me siento impotente.
Después una pregunta me da vueltas en la cabeza: “¿Por qué un chico, en este caso, se siente libre de pasar a mi lado y tocarme?·” Y ahora me viene a la mente la imagen de la mujer de hoy, aquella que tiene tanto éxito en la Televisión; mujer objeto usada a menudo como reclamo, sexual, de presa fácil, cuyo mensaje final es que con un objeto puedes hacer lo que quieras.
¿Qué me queda?
Que, no obstante, sea verdad que es necesario informarse antes de escribir, siento que una ley es como un pedazo de tela que remienda un agujero, pero el agujero continúa estando; las leyes son digas de contención que no llegan a la sustancia, no tocan la parte nodal del problema.
Las Leyes no sanan la sociedad, la remiendan.
POESIA
Cuando una mujer te mira
El instante se hace presente…
Recuerdo aquel tiempo.
Cuando una mujer te mira.
Estás solo
Retornas atrás
Retornas a la derecha
Retornas a la izquierda
Retornas a ti.
La belleza te está entorno,
sonidos de violines te sostiene
mucho amor y más.
Un amor solidario,
un amor inteligente.
Tanto tiempo atrás era otro amor,
Que sonaba como hambre desesperada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario