Un año más
celebramos el “Dia de la Mujer”.
Doloridas por milenios en los que ni siquiera un solo día era nuestro, no podemos
por menos que preguntarnos ¿y qué celebramos? ¿Qué es una mujer? Las respuestas
serían muy diversas si contestáramos las propias mujeres y, tal vez más
restringida si la respuesta la diera un hombre.
Mujer es
la que hoy tendrá que recorrer varios kilómetros para conseguir agua que tendrá que acarrear
sobre su cabeza; con un poco de suerte no será atacada por ningún animal y no
será violada en el camino.
Mujer es
la que hoy sufrirá ablación de sus genitales en aras de un extraño beneficio.
Mujer es
la niña que hoy irá a la escuela; si no hay ningún loco integrista suelto…
volverá viva a su casa. Todo ese esfuerzo sólo será para aprender a leer y
escribir porque dejará pronto los estudios.
Mujer es
aquella que será comprada hoy en matrimonio a los 13 años.
Mujer es
aquella que trabajará hoy 16 horas en una fabrica en Oriente por un sueldo
mísero para que alguien en Occidente luzca una prenda de “marca”.
Mujer es
aquella que verá morir a su hijo por falta de alimentos y medicinas.
Mujer es
aquella que verá como su brillante curriculum profesional no es recibido porque
está en “edad fértil”.
Mujer es
aquella que hoy tendrá doble, triple y cuádruple jornada. La liberaron de
“algo” hace años, pero la esclavizaron más.
¿Trágico?
¡Por supuesto! Pensar en “rosa” cuando pensamos en “mujer”, es dejarnos poner
un velo más de ignorancia a los muchos que ya tenemos impuestos por una cultura
que optó por el poder y la razón en detrimento del consenso, el sentimiento y
el empirismo que nos caracteriza a las mujeres.
Sólo desde
la consciencia de nuestras carencias es que podemos celebrar el día de hoy con
una consciencia plena de nuestra realidad, una realidad que sigue llena de
inferioridad, esclavismo, domesticación. Una realidad que sigue tratando de
extraer de la mujer el mayor rendimiento posible, según la necesidad del
momento.
Sólo desde
la consciencia de la recuperación de lo femenino -como manifestación de consenso, flexibilidad, adaptación,
belleza, emotividad- se pueden establecer otros criterios y referencias que
aporten vías hacia el futuro; un futuro en el que las dos especies, mujeres y
varones, dejen de relacionarse como
gladiadores en el circo de la competencia.
La mujer,
como expresión plena de la feminidad, es la opción de continuidad de esta especie
humana; una continuidad que empieza a tener sombras de dudas por el deterioro
establecido en todos los sentidos, pero que encuentra en lo femenino el caudal
de agua fresca que puede cambiar el desierto por un vergel.
Felicidades
a las mujeres que hoy recibirán una rosa
y nuestro más conmocionado sentir a las que hoy seguirán recibiendo una espina
más.
Publicado por Inspiración Femenina Tian
Una maravilla. Claro y certero. Muchas gracias!
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