Por Inspiración Femenina
La
victoria del PSOE en Andalucía mantiene la tradición de gobierno desde 1978, el
único cambio es que, por primera vez, una mujer ha sido votada como presidenta
de la junta de Andalucía. No sabemos si habrá cambio en otro sentido, pues los
personajes implicados en corrupciones de dinero siguen ocupando sus escaños,
esperando, eso sí, ser juzgados por ello.
Susana
Díaz, mujer joven, ha tenido desde los 18 años un desarrollo personal y
profesional dentro de un partido político, que como tantos otros, se mantienen
gracias a estrategias que están muy próximas a las conspiraciones que se daban
en los castillos, hace ya unos cuantos cientos de años.
Es
posible que su carismático liderazgo, ya que ha aprendido de los más poderosos
en Andalucía, haya cegado a tantos y tantos ciudadanos que parece que han
olvidado que el partido al que representa y por el que trabaja está siendo requerido por la justicia, por
malversación de fondos y otros asuntos graves, en prácticamente todo el ámbito
nacional.
Ella
asegura querer gobernar en solitario, pero parece que el mapa político de su
región la va a obligar a tener que arreglar su discurso, si no quiere que la
tachen de mentirosa.
Desde
nuestra modesta opinión va a ser muy difícil que, en este caso, aun siendo
mujer la persona que gobierna, veamos un cambio de actitud en la política. A
poco que se conozca el desarrollo político de Susana, una se da cuenta de que
es uno de esos claros ejemplos en los que la masculinización- y eso que está
embarazada- de la mujer, alcanza cotas increíbles. No nos extrañaría que
llegásemos a verla en puestos más consolidados en el ámbito nacional.
No
nos dejemos engañar, por todas esas victorias que son como espejismos en los
que detrás se esconde la misma realidad…el
desierto del poder. La revolución de nuestra convivencia y nuestras sociedades
ha de surgir desde otros ámbitos menos aclamados. La esperanza del cambio,
según parece y nos demuestran, pasa por crear nuevas maneras de estar juntos.
Ellos, los políticos, seguirán manteniendo un sistema corrupto y obsoleto hasta
que los esclavos –como esos pulgones utilizados por la hormigas- despierten y
decidan no darles crédito.
Es
difícil tarea, puesto que la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas están
convencidos de que es imprescindible que alguien nos gobierne, ya que si no
todo sería un caos. Es como si se tuviese una parte del cerebro desactivada.
Porque si realmente hiciese falta alguien que gobierne y mande, el mundo
estaría feliz, y habría prosperidad para todos, después de tantos milenios en
ese camino…pero no es así. Entonces tal vez cabe plantearnos si es
imprescindible que alguien mande sobre otros, y decida por otros lo que hay que
hacer.
Tal
vez hay que iniciar nuevos discursos, con los que capacitar y responsabilizar a
las personas, que cada cual se comprometa a dar lo mejor de si…si, nos dicen
que eso es una utopía…pues bien, comencemos a andar por ella, puesto que esta
realidad que vivimos no nos ofrece nada más que seguir en el dolor, la angustia
y la desesperación.
Desde
nuestro criterio el hecho de que tenga aspecto de mujer la nueva, y futura
presidenta de la Junta de Andalucía, no es ningún motivo de esperanza, porque
debajo de esa apariencia, las formas, los pensamientos, y los recursos son de,
un claro y demoledor, tinte masculino.
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