Quizás, nunca como ahora, ha estado tan
de moda “estar a la moda”; estar a la moda en todo: en la forma de pensar, en
la forma de actuar, en los gustos, en las comidas, en la forma de ocupar
nuestro tiempo de ocio y, por supuesto, estar a la moda en ese escaparate
llamado “nosotras”, en el que nos convierte la sociedad de consumo.
La moda y los criterios de belleza, ya
sabemos que han ido cambiando con el paso del tiempo; lo que hace un siglo era
horrible hoy ¡es lo último!, y viceversa.
Cambian las modas, cambian los gustos,
pero lo que no cambia realmente es el hecho de que la mujer siga siendo ese
maniquí de diseño al gusto de los tiempos.
Ahora, como nos cuenta la noticia de la
que les dejamos el enlace, parece que se rompen moldes, y lo que nunca pensamos
que sería lo “it”, tiene una permisividad bien vista. ¡Incluso se admiten las
tallas grandes!
Creemos que contribuiría mucho al hecho
de que la mujer deje de ser la cartulina recortable “prêt a porter”, el que no
se hablara de ello; en la medida que se siguen contemplando modelos, blancos o
negros, cuadrados o redondos, bajos o altos, se está proponiendo una forma de
ser y de estar, que es una propuesta y una apuesta para tener éxito en un mundo
selectivo, que como el Cesar dispone su dedo hacia abajo o hacia arriba como
señal de tu destino en esta sociedad.
Que el aspecto de la mujer deje de
ser “tema”, simplemente que se nos deje
ser.
Publicado por Inspiración Femenina Tian.
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