domingo, 28 de septiembre de 2014

HABLAR O ESCRIBIR BIEN, ¿ARTE O PÉRDIDA DE TIEMPO?

Por Inspiración Femenina Tian


Nos ha llamado la atención un artículo de esta semana pasada ‘Siete cosas feas que Internet ha hecho al castellano’, que pueden leer en el siguiente link:
y nos ha hecho reflexionar sobre el lenguaje y la escritura.
¿Sabían ustedes que el diccionario de la real academia recoge más de 80.000 palabras? A las que hay que sumar otras 70.000 que son americanismos, y un 30% más, como mínimo, que se usan y no están recogidas.
¿Sabían que el ciudadano medio utiliza menos de 1.000 palabras? Y lo peor, los jóvenes utilizan habitualmente unas 300.
El lenguaje es una facultad del ser humano. El cerebro ya está preparado para desarrollarla, y esto sucede biológicamente de forma complicada, con múltiples circuitos neuronales y asociaciones. Se sabe que no depende de un solo centro cerebral, sino de un sistema. El desarrollo adecuado del lenguaje facilita la formación de estos circuitos neuronales, amplia las conexiones dendríticas… dicho en otras palabras, aumenta las capacidades, las habilidades para cualquier función cerebral.

 Hay muchos estudios sobre la relación entre distintos lenguajes y la visión del mundo que tienen las personas que los hablan. 
 

 Pero no vamos a hablar de esto ahora, sino a reflexionar sobre que cuando vamos resumiendo nuestro lenguaje, nuestro mundo se empequeñece. Cuando no utilizamos una función, ésta se atrofia. ¿No les ha pasado que después de un tiempo sin practicar un idioma extranjero han perdido mucho vocabulario? Pues lo mismo pasa con el idioma propio si no se cultiva. Y esto es lo que sucede hoy en día cada vez de forma más preocupante: Internet, whatsapp, line, etc., nos han acostumbrado a hablar con pocas palabras, resumiendo, y por si esto fuera poco, con múltiples errores gramaticales.
Les recomendamos tambien el siguiente artículo, que nos habla de los problemas que puede ocasionar a los estudiantes el abuso del whatsapp:
http://blogs.elpais.com/ayuda-al-estudiante/2013/11/ola-kerido-estu-whats-up-con-whatsapp.html
Está claro que escribir bien lleva su tiempo, y que igual nos van a entender si escribimos mal y que es poco práctico, pero vamos a perder posibilidades de comunicación, vamos a perder riqueza de expresión y a limitarnos. ¿Dónde queda la poesía? ¿Dónde queda el arte de hablar y escribir?
Además, es una actitud que vamos a expandir sin darnos cuenta a otros ámbitos: poner un mantel en la mesa lleva su tiempo, y también podemos comer sin él; cuidar la belleza de una estancia no tiene una productividad; ser amable, decir ‘gracias’, ‘adiós’ o ‘por favor’, también pueden empezar a estar de más, por poner sólo algunos ejemplos.
Sí, es como si también resumiéramos nuestra vida. Y cuando hacemos un resumen, quitamos todo lo superfluo, queda sólo lo imprescindible. Esto es muy poco femenino.
A las mujeres nos tocó aprender el lenguaje, la forma de expresar de lo masculino, porque vivimos en un mundo de hegemonía masculina y lo necesitábamos para sobrevivir en él. Y lo hicimos, nos manejamos bien en este idioma.
Ahora parece que la sociedad nos pide que, además, renunciemos a la riqueza, a la variedad de expresiones de nuestro lenguaje, en pos de una reducción tanto de palabras como de sintaxis. En el fondo, estamos renunciando a mucho más, aunque no nos demos cuenta de ello.
Les dejamos esta reflexión por si a alguien le puede interesar. Al menos, tomando consciencia de lo que está sucediendo, podremos, voluntariamente, bajarnos de este tren.

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