Por Inspiración Femenina
Vivimos en sociedades del bienestar, en estados
democráticos que se encargan de promulgar la cantidad de libertades y
oportunidades de las que gozan sus individuos. El problema en las sociedades democráticas
es que, con frecuencia, las libertades de unos chocan con las libertades de
otros, y entonces las Cortes Supremas o los Tribunales Constitucionales
(constituidos mayoritariamente por hombres) se encargan de decidir cual
libertad puede estar por encima, y cual ha de ser castigada. Desgraciadamente,
en un mundo masculinista como el que vivimos, aún las libertades de las mujeres
son la que suelen quedar en segundo plano, y, por lo tanto, dejar de ser tales.
Esto es lo que hemos podido comprobar en las
últimas semanas, en dos acontecimientos ocurridos, uno en Europa y otro en
EEUU, en los que han chocado –como suele ser habitual- diferentes libertades
religiosas. En ambos casos, las que
salen perdiendo son las mujeres.
En el caso de EEUU, la Corte Suprema dictaminó que las empresas tienen derecho a negarse a proporcionar
anticoncepción gratuita a mujeres, por razones religiosas. La decisión contradice lo
consignado en la ley sanitaria impulsada por Obama -conocida como Obamacare-,
que les daba a las trabajadoras el derecho de anticoncepción, sin cargo
adicional bajo la cobertura del seguro médico de su empleador. Pero dos
empresas familiares de Oklahoma y Pensilvania llevaron esta ley a la Corte
Suprema, alegando que tenían objeciones religiosas para ofrecer la píldora
llamada "del día después" y dispositivos intrauterinos. Argumentaron
que ambos métodos anticonceptivos constituyen una forma del aborto.
La Corte
Suprema dictaminó, de algún modo, que la libertad religiosa de los empleadores
está por encima de la libertad reproductiva de las mujeres.
En el caso
de Europa, la semana pasada el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha afirmado
que la ley francesa de 2011 que prohíbe llevar el burka o velo integral
islámico en espacios públicos es acorde al Convenio Europeo de Derechos Humanos.
La decisión es definitiva.
Esta ley
implicaba que cualquiera que llevase la cara completamente tapada en público se
expondría a una multa
de 150 euros o tendría que recibir lecciones de
ciudadanía. Hasta donde sabemos, los motoristas también llevan la cara tapada y
no se les multa, pero las mujeres islámicas que deciden llevar velo
integral no han corrido la misma suerte,
y se las pone entre la espada y la pared: si no lo usan, serán rechazadas por
su entorno; si lo usan, serán multadas por las autoridades.
Esta ley fue llevada al tribunal de
Estrasburgo por la demanda que puso una joven francesa de 24 años, que la consideraba
contraria al Convenio Europeo de Derechos Humanos, y afirmaba usar estas
prendas por "su fe, su cultura y sus convicciones personales".
Los jueces
han rechazado la demanda interpuesta por la joven
francesa, alegando
la necesidad de las autoridades "de
identificar a los individuos para prevenir atentados contra la seguridad de las
personas y los bienes y luchar contra el fraude de identidad".
De algún
modo, el tribunal Europeo dictamina que la libertad de las autoridades está por
encima de la libertad religiosa de determinadas mujeres.
Dos
continentes distintos, dos situaciones diferentes. En ambas, las libertades
religiosas se ponen en entredicho y son las mujeres las que salen perdiendo.
Creemos,
desde Inspiración Femenina, que esta es una gran lección sobre democracia y
libertad. Nos preguntamos ¿qué tipo de libertad es ésa en la que que unas
libertades chocan con otras, y en las que unas siempre tienen que quedar por
encima de otras? ¿Es eso libertad?
Creemos que
la libertad que no sabe respetar la libertad del otro, no es libertad.
Así que, no
nos dejemos engañar por lobos vestidos de corderos, y empecemos a ejercitarnos
en la libertad del respeto. Ya que no podemos cambiar los sistemas judiciales o
políticos, tratemos de modificar nuestros comportamientos. El primer paso es
RESPETAR, y sentimos que es una muy buena opción de empezar a desarrollar el
sentido femenino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario