Por Inspiración Femenina
Hace
un par de días, encontrábamos una noticia en el periódico El Mundo, titulada: "Batallones Femeninos para la Yihad", en la que
informaban del reclutamiento de mujeres para la Yihad. Parece que ahora las mujeres, aunque no pueden hacer miles de cosas dentro de la sociedad masculina, sin embargo sí pueden ser carne de cañón para las locuras del mundo
Sin
duda, nos llamó poderosamente la atención ya que precisamente El Islam es
bastante estricto en cuanto a mujeres se refiere, ya no se diga sobre su
participación en la guerra. Pero las reglas están hechas para romperse cuando
interesa, y en este caso no es diferente.
Esto
vuelve a demostrarnos que la mujer es un bien, y como bien a disposición del
varón, se la utiliza cuando mejor les parece, y si para eso se tienen que
cambiar o erradicar leyes o normas tanto legales como religiosas o sociales, no
dudarán en hacerlo.
SI
queremos ser mínimamente rigurosas en nuestro análisis, no hemos de quedarnos
enfocadas en que es un acontecimiento del Islam. Las mismas estrategias de uso
de la mujer se han usado en nuestras culturas occidentales. Sin ir más lejos, en
occidente esto se vivió muy claramente en la segunda guerra mundial. Cuando
hizo falta que la mujer saliera a trabajar para poder producir material de
guerra -ya que los hombres estaban en el frente y no podían hacerlo- se la
envió sin reparos. Aparecieron entonces multitud de estudios científicos que
demostraban que tener la menstruación no era un problema para el trabajo, y que
los niños de madres trabajadoras no sufrían ningún retaso escolar.
Desgraciadamente,
el uso sexual de la mujer ha sido y sigue siendo una constante en la historia
de nuestras civilizaciones. Desde los antiguos templos con sus sacrificios
sexuales, hasta los modernos rascacielos de Wall Street, los hombres han
restringido el papel de las mujeres, muy claramente, a ser… meros agujeros.
Recientemente
la película “El Lobo de Wall Street” dejaba claro cual es la visión del hombre
de negocios con respecto a la mujer: un objeto sexual.
Escena de El Lobo de Wall Street |
En el islam –que se
jacta de la pureza que sus mujeres deben de tener- también ocurre algo
parecido. Bien conocida es la llamada Yihad sexual, el llamamiento que en los
últimos tiempos se hace a las mujeres jóvenes para satisfacer las necesidades
sexuales de los soldados que combaten en Siria, argumentando que era en pos del
bien de los que combaten por el islam, el hecho de brindar su cuerpo para tales
fines tendrá recompensas divinas. Incluso se pueden casar durante horas o días
hasta que el apetito sexual de dicho soldado quede satisfecho y después el
matrimonio se puede diluir. Con esto, dicen, el paraíso estaba asegurado para
estas mujeres.
Sentimos,
desde la Inspiración femenina, que la única manera de ir paliando esta lacra
social -que no beneficia a nadie- es que nosotras nos vayamos reconciliando con
lo que somos. Ese será el camino para desarrollarnos. Probablemente los hombres
aun tarden bastante en cambiar esa visión. Y eso solo ocurrirá cuando nosotras
tomemos las riendas de nuestros caminos, y del
papel que queremos jugar en la sociedad. Hay muchas propuestas y
proyectos que apoyan este sentido. Hay referenciales válidos –pocos, pero los
hay-. Es cuestión de saber que… en ello nos va la vida. Y no solo la nuestra,
sino la de las generaciones que aun están por venir.
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